El héroe, un conserje encarnado por Chaplin, es despedido del trabajo por haber tirado accidentalmente por la ventana un balde de agua sobre el Presidente del Banco. En tanto uno de los gerentes está siendo amenazado por su corredor de apuestas debido a sus deudas impagas, por lo que decide robar a la compañía. Es sorprendido en el momento de robar el tesoro del Banco por una secretaria, que oprime el timbre de alarma. Charlot va en su ayuda pero es confundido con un ladrón hasta que la secretaria indica quién es el verdadero delincuente. Charlot recibirá una justa recompensa y un apretón de manos por evitar el robo.