Gabriela Suárez, una joven estudiante de teatro, comienza a trabajar en un auto-lavado de coches para ayudar económicamente a su familia. El auto-lavado es propiedad de Tito Clemente, un célebre empresario con quien mantendrá un breve pero apasionado romance. Al poco tiempo, Gabriela es acusada falsamente de un delito de tráfico de drogas siendo condenada a 15 años de cárcel. Tito Clemente la abandona a su suerte, ignorando que espera un hijo suyo. A los siete años Gabriela consigue fugarse de prisión. Su único objetivo: vengarse del hombre que arruinó su vida. Para ello cambiará su apariencia física y usando una nueva identidad, la de Emperatriz Ferrer, logra meterse de nuevo en la vida de Tito Clemente.