El viaje del joven Nashaat desde Asuán hasta Alejandría le sirve para conocer a fondo su propio país: Las imponentes ruinas faraónicas, los vestigios de la época otomana y musulmana y el Egipto contemporáneo son las paradas de este viaje.
En su viaje conoce los templos de Abu Simbel y Fila rescatados de las aguas del lago Nasser al sur; los templos de Luxor y el valle de los Reyes; las Mezquitas y el bullicio de El Cairo; o el Mediterráneo en Alejandría.