Lupicinio, funcionario de pro, ha fallecido en plena primavera. En su casa se hacen los preparativos para el velatorio, mientras en el piso de arriba una novia y la familia están a punto de acudir a la iglesia para una boda. Una criada de cascos ligeros, un tipo que quiere cobrar el último plazo de un aparato de radio, un plañidero profesional, un carterista que cree haber averiguado que su mujer le engaña... Toda una pléyade de personajes, incluidos los funcionarios que advierten que el escalafón para ascender se ha movido un peldaño, se reúnen alrededor del deceso.