Julieta y Robert tienen la relación perfecta: cada uno tiene su trabajo, comparten sus sueños y están dispuestos a casarse pronto. Para ellos, el secreto se encuentra en dos puntos: la comunicación y el hecho de que la familia adoptiva de Juan Pablo vive en otro país, ahorrándoles los problemas de lidiar con la familia política. Sin embargo, el destino les tiene preparada una sorpresa cuando deben mudarse a un departamento en una zona modesta de Oaxaca.