Rizos le pregunta a Maca por su apelación, pero Simón sigue en paradero desconocido y ella no tiene ni una sola prueba de que tuvieran una relación, pero Rizos le hace caer que ahora sí que la tiene: su hijo. Ya han hecho las paces. Maca y Rizos no soportan estar enfadadas la una con la otra.
Maca ha estado a punto de que le mutilaran los pezones, ha tenido que ceder ante Sandoval y piensa que dejarse querer por Rizos es lo mejor que le puede pasar para terminar el día. ¿Será una buena idea? Sin embargo, es el propio doctor de la prisión el que tiene que autorizar las pruebas médicas para saber el ADN del bebé y teniendo en cuenta lo que le gusta a Sandoval tener la sartén por el mago no va a ser fácil conseguir esa prueba.
Zulema está convencida de que le quedan pocas horas en la cárcel, parece que su plan de fuga está listo. Su abogado ha pedido cambiar su declaración, lo que supone una vista en la audiencia. El Inspector Castillo cree que la presa árabe aprovechará su traslado al Juzgado para fugarse. Todos están alerta ante el riesgo de fuga.
Maca habla con su padre y le confiesa que en el bosque se encontró con el novio de Zulema y éste le dio un mensaje para la presa. Leopoldo y Román se afanan para averiguar qué hay detrás del mensaje. Ahí está la clave de todo el plan que trama la pareja.
Desde el tiroteo en el bosque y el episodio que vivieron juntos, Fabio ha cambiado su opinión sobre Macarena. La ve con otros ojos y no puede evitar sentirse extremadamente atraído por ella. Tanto que no le importa ni estar casado ni que le puedan ver las cámaras de seguridad.
Encarna, la madre de Macarena no sabe que El Egipcio les robó el dinero que le prestaron sus familiares en el pueblo. No le gusta cómo está actuando su marido y le da un ultimátum: Si no está con el dinero para la reunión con el abogado primero llamará a la Policía y después pedirá el divorcio.