Nunca detenerse. Siempre moverse.
Adrián es barrendero, electricista, masajista, instructor de artes marciales, pero sobre todo, es un fanático del heavy metal. Comparte su vida entre sus muchas actividades y su pasión por los recitales y los tatuajes. Un grupo de documentalistas decide hacer una película sobre él, siguiendo sus rutinas y numerosos viajes desde los suburbios a la ciudad capital. Pero todo se complica con la aparición de su ex novia Guadalupe.