Es la mañana de reyes, pero "los protegidos" no tienen regalos… aunque ese es el menor de sus problemas. Su vecina y casera, Rosa, ha conseguido que admitan a los niños en el colegio y eso supone, entre otras cosas, que tendrán que crearse identidades falsas… y falsificar documentos. Jimena está dispuesto a intentarlo, pero Mario piensa que es una locura que puede acabar con sus huesos en la cárcel.