Tras la brutal paliza que recibió a manos de Antonia y el resto de presas, Macarena vuelve a su celda con sus compañeras. Tiene dos costillas fisuradas, un traumatismo abdominal y contusiones por todo el cuerpo pero afortunadamente, no le ha pasado nada al bebé. La tranquilidad le dura, lo que tarda Zulema en aparecer por la celda.
Ésta sabe que Leopoldo tiene a su novio y no duda en tomar a Maca como rehén para llegar a un acuerdo con la familia Ferreiro: Si quiere que suelte a su hija tendrá que soltar a El Egipcio. Si no lo hacen, en una hora Macarena sufrirá un dolorosísimo aborto y si acepta El Egipcio acabará con ellos tarde o temprano. Leopoldo está entre la espada y la pared, pero ha llegado un punto en que no está dispuesto a ceder.
Zulema lo tiene todo estudiado para preparar un motín. Tiene a Macarena para negociar con Leopoldo y a Palacios para negociar con la directora.
Mientras, Miranda, ajena a todo lo que se está preparando en el penal, quiere que los funcionarios comiencen a utilizar un vocabulario correcto y evitar términos discriminatorios y malsonantes con las presas. En mitad de la reunión, suena por megafonía la voz de una presa a todo volumen. El espectáculo acaba de comenzar en Cruz del Sur, la “guerra” está preparada.