Continuación de la también exitosa "Yes, Minister" que, al igual que la que ahora nos ocupa, se trataba de una aguda sátira política. En una extraña cadena de acontecimientos, Jim Hacker se impone el candidato más firme de su partido para ser elegido Primer Ministro. Así conseguirá su propio coche y chófer, una bonita casa en Londres, infinita publicidad y una pensión para toda la vida. ¿Qué más se puede desear? (FILMAFFINITY)