Una tarde de otoño, a falta de un mes para el festival escolar, el último miembro del ahora escaso club de música ligera, Haruki Kitahara, mira por la ventana y toca su guitarra mientras observa cómo se monta el escenario para el festival en el exterior. Un sueño de dos años y medio destruido a solo seis meses de conseguir su graduación, pero todo revive cuando una melodía de piano y una preciosa voz acompañan al sonido de su guitarra.