Arranca con un atraco a mano armada en un autobús. Los tres atracadores acaban muertos, el asesino consigue escapar y los seis testigos del autocar parecen incapaces de identificar al fugitivo. El agente Fran Garza y su compañera -y expareja- Rebeca Quirós, a cargo del caso, sospechan que los testigos no cuentan la verdad: los seis aseguran no haberle visto la cara al asesino, pero todo apunta a que han hecho un pacto de silencio para proteger al fugitivo.