Mélissa, brillante investigadora de origen martiniqués y madre soltera de dos adolescentes, se encuentra sin saberlo a la cabeza de una unidad criminal en una isla -Martinica- en la que nunca ha puesto los pies. Gaëlle vive allí desde su infancia y conoce el territorio como la palma de su mano. Es espontánea, audaz, independiente y no duda en decir lo que piensa. Una encarna la ley y el orden, mientras que la otra representa la ley y el caos.