En julio de 1995, Josep Montané, conocido como Sansa y propietario de la montaña desde hacía cinco meses, fue encontrar muerto. Un caso que Carles Porta investigó el mismo año, con el objetivo de realizar un reportaje. Ahora, casi 29 años después, el periodista revive los hechos y comparte todo lo que ha logrado averiguar, hasta ahora, de esa historia que muestra el poder que tienen los secretos y cómo el pasado nunca nos abandona.