En el Convento de San Vicente, donde las monjas se dedican a producir vino, vive ¿pacíficamente? la hermana Boniface. Y es que esta peculiar monjita, además de enóloga, tiene un doctorado en bioquímica y un cociente intelectual muy superior a la media. En sus ratos libres es la asesora científica de la policía local y ejerce de científica forense ayudando a los agentes de la ley de Great Slaughter a resolver los crímenes locales.