Justo antes de celebrar su 65 cumpleaños, Scott Calvin se da cuenta de que no puede hacer de Papá Noel para siempre. ¿Acaso su familia, especialmente sus dos hijos que pasaron su infancia en el Polo Norte, no merecen vivir una existencia normal? Decidido a hacerse a un lado, Scott comienza la búsqueda de un sustituto, mientras prepara a su familia para una nueva aventura en el continente...
La Navidad se ha convertido en un catalizador para contar historias fascinantes y cautivadoras y, aunque no es plato de buen gusto para todos, las plataformas de streaming aprovechan los meses de frío para lanzar sus series más festivas. Familia, magia, amor: estas son algunas de las palabras clave en torno a las que se articulan las series que os presentamos hoy. ¡Descúbrela con familia, amigos o a tu aire estas Navidades!
¡Vaya familia Claus! arranca con una premisa insólita: ¿qué pasaría si Papá Noel dejara de creer… en la Navidad? No sería de extrañar, al fin y al cabo, la sociedad actual está cada vez más distraída, presa de una ansiedad generalizada. La imaginación tiene cada vez menos cabida y, mucho menos, para dedicarle tiempo e ilusión a un viejo cuento de hadas. Esta serie, secuela de la querida saga cinematográfica ¡Vaya Santa Claus!, capta perfectamente esta triste realidad en la que incluso Papá Noel tiene que luchar por ser reconocido. ¡Vaya familia Claus! es muy entretenida y no se corta a la hora de jugar con la nostalgia, trayendo de vuelta al personaje de Scott Calvin, alias Papá Noel, interpretado por Tim Allen.
Si eres un poco Grinch y estás hasta el moño de abetos de plástico adornados, pesebres con ríos hechos de papel de aluminio y jerseys de renos que no pintan nada en España, Feliz Navidad y esas cosas es para ti. Esta sit-com no pretende tanto destruir el espíritu navideño como exasperar con las costumbres festivas de una familia demasiado unida y encabezada por un padre estricto y fan de las tradiciones. La Navidad está en el aire en cada uno de los ocho episodios, pero es sólo un pretexto para que surjan, entre broma y broma, temas de cierta profundidad y dramas comunes a todas las familias.