Entre octubre de 1975 y enero de 1981, la policía de Yorkshire del Sur emprendió la mayor cacería humana de la historia criminal británica, dramatizando uno de los casos de asesino en serie más infames e impactantes del mundo: la búsqueda de Peter Sutcliffe, comúnmente apodado el Destripador de Yorkshire. La búsqueda de Sutcliffe duró cinco años, en ella participaron más de mil agentes y cambió para siempre la forma de trabajar de la policía británica.