"Un único objetivo: seguir con vida". Los participantes se enfrentan al reto de subsistir sin ayuda en un islote abandonado durante un largo periodo de tiempo. No hay equipo, ni competición, ni desafío, ni recompensa al final. Al principio, los participantes reciben tres cuchillos, tres machetes y tres depósitos de diez litros de agua potable, así como un botiquín de primeros auxilios. Antes de su iniciación, reciben formación en supervivencia y consejos de un experto en aventuras. Para todo lo demás, son responsables de encontrar comida y agua.
También se les equipa con cámaras y micrófonos para que ellos mismos documenten su viaje.