Oz Bezarius, heredero de uno de los cuatro grandes ducados, ha cumplido 15 años. Lleva una vida tranquila, lujosa y libre de preocupaciones, oscurecida sólo por la ausencia de su padre, con quien no parece tener una buena relación. Junto a él se encuentran su tío Oscar, Ada, su hermana pequeña, y Gilbert, su fiel sirviente, en una antigua mansión en la que su ceremonia de mayoría de edad se llevará a cabo. Es en esta mansión donde Oz encuentra, accidentalmente, un pequeño cementerio de una única lápida de la que pende un reloj de bolsillo dorado. Al tomar el reloj en sus manos, él experimenta una extraña visión en la que una chica intenta matarlo. Esa misma noche, en la ceremonia, la vida de Oz dará un vuelco radical: unos encapuchados aparecen y dicen haber venido a juzgar al futuro duque. Sin embargo, un conejo negro gigante con una guadaña hace su aparición, reclamando a Oz como su propiedad, los encapuchados se niegan a entregar a Oz y se enfrascan en una lucha para quitar al conejo de lado, terminando victoriosos. Sin saber por qué, Oz es desterrado a la prisión del Abismo, una oscura dimensión habitada por terribles criaturas, por el pecado que aparentemente representa su mera existencia. Allí entablará relación con una Cadena (una criatura originaria del Abismo) con forma de conejo negro manchado de sangre, Alice. El mismo conejo que lo proclamó como suyo. Alice, ahora en una forma humana, logra persuadir a Oz; haciendo que acepte ser su "sirviente" (Contratista) a cambio de que ambos salgan del abismo