En las zonas rurales de Estados Unidos, desde el Panhandle de Texas hasta Pensilvania, el fútbol de instituto es una fuerza unificadora en las comunidades locales. Sin embargo, a pesar de la emoción y los sueños que rodean los partidos de los viernes por la noche, el mundo del fútbol puede ser increíblemente frágil y lleno de incertidumbre.