Entre 1989 y 2001 el cerebro del crimen “Tío Jerry” consiguió millones de dólares en premios en el popular juego promocional del Monopoly de McDonalds. Jerry robaba fichas del juego en McDonalds y escogía a los ganadores, engañando a las autoridades y repartiendo los beneficios fraudulentos. El engaño comenzó con su familia y amigos, pero no tardó en expandirse a exconvictos con lazos con la mafia e inconscientes coconspiradores.