Marimar (Thalía) es una joven pobre y analfabeta que vive en San Martín de la Costa (México) con sus abuelos y un perro llamado "Pulgoso". Para ganarse la vida, Marimar se dedica a pescar en la playa, donde conoce a Sergio Santibáñez (Eduardo Capetillo) un joven futbolista del que se enamora. Sin embargo, Sergio no corresponde a sus sentimientos, sino que inicia un plan para contraer matrimonio con ella sólo para contrariar a su familia, Renato (Alfonso Iturralde) su padre y Angélica (Chantal Andere) su madrastra.
Marimar pasa los peores momentos de su vida en la hacienda de los Santibáñez, pues Angélica y su hermana Antonieta (Kenia Gascón) se dedican a humillar a la joven a todas horas, sobre todo a espaldas de Sergio. La peor humillación de todas es cuando Angélica la obliga a sacar una pulsera de un charco de lodo con los dientes, diciéndole que era de la madre de Sergio. Posteriormente, Angélica acusa falsamente a Marimar de robar esa misma pulsera para expulsarla de la hacienda. En el colmo de la maldad, Angélica también manda incendiar la choza de Marimar, lo que provoca la muerte de los abuelos.
Humillada y creyéndose sola en el mundo, Marimar se va del pueblo a la Ciudad de México, sin saber que allí vive Gustavo Aldama (Miguel Palmer), su verdadero padre, quien ha estado buscándola durante muchos años. Con el nombre de Bella, Marimar entra a trabajar como sirvienta en la mansión Aldama. Cuando se descubre su verdadera identidad, su padre y su tía, de nombre Esperanza (Pituka de Foronda), la ayudan a estudiar para convertirla en Bella Aldama, una mujer de sociedad culta y refinada. Amparada por su nueva identidad, Marimar comienza su venganza contra los Santibáñez y sobre todo, contra Sergio.