En esta competición, única en su género en Francia, ocho parejas de participantes libran una feroz batalla. En desafíos temáticos que pueden durar horas, tienen que levantar impresionantes estructuras con ladrillos modulares de plástico. Al final de cada desafío, el anfitrión Eric Antoine, acompañado por dos Brickmasters -expertos en esta disciplina-, evalúa los logros de los competidores en dos aspectos: su habilidad artística y su dominio técnico. Al final de la competición de ocho desafíos, el equipo ganador recibe un cheque de 20.000 euros.