En "Kitchen Impossible", Tim Mälzer compite contra amigos y colegas en un tipo especial de concurso de cocina: Los dos contrincantes participan en una competición culinaria en las condiciones más duras y viajan por separado a dos países, que ellos mismos determinan. Una vez allí, se les sirve a cada uno el plato favorito de los comensales habituales de un chef local. Ahora tienen que probar los ingredientes adecuados antes de comprarlos y preparar ellos mismos el plato bajo la atenta mirada del chef local. Los clientes habituales actúan como jueces y pueden otorgar hasta diez puntos.