San Michele es una prisión fronteriza donde Bruno Testori, el Director, ejerce su idea personal de justicia, su cuarto grado de enjuiciamiento, por encima de la ley de los tribunales y los códigos de procedimiento penal. Porque detrás de cada recluso hay una historia, una vida descarrilada: y aunque fuera de la prisión el primero en descarrilarse es el suyo, dentro de San Michele Bruno es un gobernante absoluto. Despiadado con quien lo merece, e inesperadamente misericordioso con los demás, siguiendo siempre los principios de su propia moral distorsionada y oscura. Pero cuando el reino amenaza con derrumbarse, amenazado por un peligro inminente, Bruno se encontrará librando la guerra más difícil.