Inglaterra, año 1603.
Isabel I ha muerto y el rey Jacobo de Escocia ha tomado el trono. El país está en guerra contra España, pues los católicos ingleses son perseguidos y los sacerdotes que son sorprendidos celebrando misa son ejecutados de inmediato. Aunque ya ha habido varios intentos por atentar contra la vida del monarca, ninguno se ha llevado a cabo satisfactoriamente. Sin embargo, ahora, en el corazón de la campiña de Warwickshire, se está gestando una nueva trama, una que se convertirá en leyenda: la rebelión de la pólvora.