Veinte años después de graduarse, un grupo de amigos cercanos de la universidad se reencuentra y descubre que las relaciones amorosas no han mejorado nada con la edad.
El próximo 15 de enero será, según los expertos, el día más triste de 2024. ¡Pero que no cunda el pánico! Este año, nos adelantamos y os recomendamos tres comedias para hacer que el Blue Monday sea un poquito menos triste.
Empezamos con Crashing, la "otra" comedia de Phoebe Waller-Bridge. Estrenada en 2016, al igual que Fleabag, su creación más exitosa, Crashing nos cuenta la historia de seis veinte y treintañeros que viven en un edificio en desuso en Londres y que se convierten en compañeros "de piso". Los seis comparten sus vidas (y los platos, manías y relaciones) en un antiguo hospital que se cae a cachos, lo que da pie a todo tipo de situaciones. En el reparto, encontramos a la misma Phoebe Waller-Bridge, en el papel de Lulú, una recién llegada a Londres que, armada con su ukelele (un look muy 2016, en efecto), se ve fascinada por la ciudad (y sin mucha idea de qué hacer con su vida). El cast también incluye a Jonathan Bailey en el papel de Sam, un joven obsesionado con el sexo, a Damien Molony como Anthony, amigo de la infancia de Lulu que se gana la vida como cocinero.
Eso sí: Crashing no se queda en una mera recolección de momentos disparatados y situaciones graciosas, sino que la trama avanza gracias a cómo evolucionan las relaciones entre los personajes que, en la adversidad, se apoyan para sacar lo mejor los unos de los otros. Y, por qué no decirlo, para seducirse los unos a los otros. Y es que las tensiones románticas y los momentos incómodos tienen un gran protagonismo en la serie. Una comedia con un potencial que, lamentablemente, se quedó en una sola temporada de seis episodios. Lo que no implica que no se mereciese más, ¡para nada! Una serie que llenará de melancolía a aquellos que compartieron piso hace un tiempo... para recordarles enseguida por qué dejaron de hacerlo.