Él era un cineasta visionario y uno de los directores de teatro y coreógrafos más influyentes. Ella era la mejor bailarina de Broadway de todos los tiempos. Bob era el único capaz de crear musicales a la altura del talento de Gwen y Gwen era la única persona capaz de hacer realidad las ideas de Bob. Juntos revolucionaron la industria del entretenimiento estadounidense, pero pagaron un precio muy alto.