Raphaël Valande rueda su primer largometraje para rendir homenaje a la heroica vida de su abuela. El rodaje se convierte poco a poco en una pesadilla, ya que un miembro del equipo hace todo lo posible por sabotearlo.
En el mundo actual, donde la política y los medios de comunicación juegan un papel crucial en nuestras vidas, surge una serie que combina humor, crítica social y un enfoque innovador sobre la representación: "Presidente por accidente". Esta producción francesa narra la historia de Stéphane Blé, un monitor de un centro juvenil en los suburbios de París, quien se convierte en candidato presidencial tras un inesperado revés mediático. Con dos temporadas y doce episodios cargados de intriga y risas, esta serie es una necesidad para todos aquellos interesados en la política contemporánea.
Desde su primer episodio, donde Stéphane se encuentra accidentalmente en el centro del escenario político tras un choque verbal viral con otro candidato, la trama nos atrapa en una vorágine de sucesos inesperados. Con personajes entrañables como Éric Andréï, interpretado por Benoît Poelvoorde, y Marion Blé a cargo de Fadily Camara, cada capítulo está lleno de giros que mantienen al espectador pegado a la pantalla. La combinación del talento cómico del elenco junto a situaciones absurdas pero reales nos ofrece una mirada fresca sobre los desafíos políticos actuales.
Uno de los aspectos más fascinantes de "Presidente por accidente" es cómo aborda temas delicados como la raza y las expectativas sociales. A través del viaje político de Stéphane, la serie plantea interrogantes importantes sobre si Francia está lista para tener su primer presidente negro. Este dilema no solo sirve como motor narrativo sino que también refleja las tensiones raciales presentes en muchas sociedades contemporáneas.