Van Ray (Peter Facinelli), surfista convertido en detective, y Deaqon Hayes (Bill Bellamy), un neoyorkino con sabiduría callejera, son policías en un 51% y delincuentes en un 49%. Con ciertos episodios oscuros en su pasado, ambos están preparados para cualquier cosa, y ambos tienen acceso a todo, gracias a su particular “tienda de golosinas”, un almacen repleto de Guzzis, Rolex, Ducatis y Ferraris confiscados. Este lugar tiene todo lo necesario para equipar a estos dos jóvenes compañeros de la apariencia y el pasaporte perfectos para introducirse de incógnito en el glamuroso mundo del crimen del más alto nivel.
Guiados por la mano firme de su exuberante jefa, Billie Chambers (Tiffani Thiessen), Ray y Hayes se preparan para el más duro y complicado trayecto de sus vidas. Estos dos polis duros lo harán posible en una serie donde la acción no tiene fin, con espectaculares escenarios y efectos especiales, con tiroteos en mansiones carísimas y trepidantes persecuciones en coches de lujo.