Vanessa, una policía tenaz que confía en sus instintos, a menudo rompe las reglas para capturar a asesinos. Justine, por otro lado, es una juez procesal comprometida con la justicia, dedicada a asegurarse de que los culpables sean condenados. A pesar de sus diferentes enfoques y métodos, estas dos mujeres comparten un vínculo inquebrantable: ambas son hijas del mismo padre. Esta conexión singular las une en su búsqueda de justicia, aunque sus caminos en el cumplimiento de la ley sean distintos.