España, 1997. Los habitantes de Río Blanco, un pueblo que vive de la fresa, han aceptado que los temporeros marroquíes se instalen en Fuensanta, una aldea abandonada. Pero la convivencia genera tensiones. Lo sabe Sonia, dirigente de una ONG que ayuda en la integración. También lo sabe el Padre Ángel, cura local. Y hasta Safir, el imán. Pero lo que ninguno de ellos imagina es que los cimientos de Fuensanta esconden algo capaz de desatar sus peores pesadillas. El dolor más antiguo. El miedo más ancestral. Sin importar tus creencias… o a quién le reces.