Tras la inesperada muerte de su esposo Stephan (Johannes Zeiler), Karla (Anke Engelke) se enfrenta de pronto a secretos que desconocía tras 25 años de matrimonio. Su conmoción, sus apremiantes preocupaciones financieras y sus dudas sobre la lealtad de su esposo se juntan y llevan a Karla a postularse para trabajar con el director de la funeraria Borowski (Thorsten Merten). Karla es una mujer que no se disculpa, es habladora y poco convencional, e ignora su propia vida hasta que se ve rodeada de un caos total y tiene que preguntarse: ¿hay una forma correcta de llevar el luto?