La doctora Megan Hunt, una neurocirujana de prestigio, cuyo mundo personal y profesional se vendrán abajo tras un accidente de coche, una vez recuperada del accidente, deberá afrontar que las secuelas del mismo le impedirán continuar ejerciendo como neurocirujana.
Hunt iniciará una nueva etapa como forense, en la que pronto descubrirá que también puede ser apasionante descubrir por qué han muerto sus “pacientes”, sobre todo si no ha sido por causas naturales. Se convertirá en una especie de detective forense, empeñada en hacer lo que sea necesario con tal de descubrir la verdad, lo que le acarreará a lo largo de la serie muchos problemas, especialmente con sus superiores del hospital y con el cuerpo de policía.
Por otro lado, el accidente también será el origen de su ruptura familiar, teniendo que asumir su nuevo rol profesional al tiempo que también comenzará una nueva vida en solitario.