La historia se sitúa entre dos mundos paralelos, el primero es el Japón moderno, un mundo completamente normal y el segundo es un mundo mítico y mágico donde coexisten tanto humanos como dioses. Los eventos dan inicio en el mundo mágico, donde cada cierto tiempo se lleva a cabo una ceremonia para conmemorar el ascenso de una nueva princesa para gobernar el reino, en esta ocasión la celebración es aún mayor pues por primera vez en los últimos 60 años una nueva princesa será elegida, esta vez perteneciente al clan Hime. Sin embargo, la falta de mujeres jóvenes en este clan obliga a la matriarca de la familia a enviar a su único nieto, un chico llamado Arata obstinado y voluntarioso quien no está dispuesto a sufrir las inclemencias de ninguna manera, para que el suplante a una chica en la ceremonia y así evitar el inminente castigo que recaerá sobre toda la aldea si su clan no envía a nadie.