Guionista y director de cine norteamericano, nacido en Philadelphia. Autor formado en el teatro, estrenó en su país dos de las primeras obras soviéticas que se llevaron al escenario. La industria del cine le reclutó junto a otros prometedores talentos que empezaban a despuntar. Sus pasos por algunos de los más importantes Estudios, le permitió debutar en 1935 con One way ticket, la folletinesca historia de un preso que, tras lograr evadirse, se enamora de la hija de uno de sus antiguos carceleros. En esa misma línea de modestas películas de acción rodó igualmente Meet Nero Wolfe (1936), donde un detective debe resolver dos asesinatos en los que pueden estar involucrados hasta cinco sospechosos. Su carrera sufrió entonces un parón de casi ocho años durante los cuales flirteó de nuevo con el teatro y comenzó a redactar diversos guiones, alguno de los cuales llegó a ser trasladado a imágenes por otros directores (Otra vez juntos, Aventura en Arabia). En 1944 rodó The master race, película nacida al calor de la Segunda Guerra Mundial, donde un coronel nazi dinamita un campo de prisioneros aliados hasta que es detenido y ejecutado. Este largometraje de propaganda ideológica antinazi no le sirvió, sin embargo, para librarse de las sospechas de comunista, por las que el Comité de Actividades Antiamericanas le incluiría en la lista de investigados. Al negarse a declarar, fue encarcelado por sus presuntas ideas políticas, con lo que su carrera cinematográfica quedó dañada para siempre a raíz de estos sucesos. En primera instancia, porque ninguna productora volvería a darle trabajo, y después a causa de que siempre estuvo bajo sospecha. Todo ello convirtió el posterior rodaje de La sal de la tierra (1954) en una epopeya dramática. Fuera de la cárcel, y sin posibilidades de encontrar un empleo como director, Biberman creó junto a Paul Jarrico y Adrian Scott la empresa Independent Productions Company.