« Et dites-vous bien que dans la vie, ne pas reconnaître son talent, c'est faciliter la réussite des médiocres. »
Charles Lepicard, Lucas Malvoisin y Éric Masson pretenden falsificar billetes. Éric cree tener bajo manga a un grabador sin igual, el de un tal Mandarès (ahora preso), Robert Mideau, le "Cave", es decir, en el argot de los truhanes, un ser ordinario, crédulo e ignorante. Pero el fraude no se puede hacer sin Ferdinand Maréchal alias "Le Dabe", antiguo falsificador de élite. Retirado en Venezuela tras un golpe frustrado, recibe la visita de Charles que le propone un último negocio con los florines, la misma moneda del golpe frustrado. Le Dabe acepta y viaja a París. El equipo se pone a trabajar.