Cuando Thomas Overby cree erróneamente que Aya es el chófer que se le ha asignado, ella decide espontáneamente seguir la farsa y lo lleva a Jerusalén. Overby, un pianista rígido y reservado, está intrigado por la impulsiva aunque melancólica Aya. A medida que comienzan a conectar, la historia nos lleva a un viaje que esperamos que nunca termine.