Después de pasar dos años en la cárcel debido a incidentes provocados por el abuso del alcohol y las drogas, Jack se convierte en un hombre libre y regresa a casa dispuesto a recuperar la confianza de su familia, especialmente la de su mujer Alma y su hijo Raymond. Su hermano mayor, Mike, le propone trabajar como vigilante nocturno en la vieja mina abandonada del pueblo. Para Jack este trabajo supone el principio de su nueva vida, y el primer paso para demostrar a su mujer que ha cambiado.