En el corazón del sudeste de Turquía, un equipo de científicos internacionales descubre un templo conocido como Göbekli Tepe. Las pruebas de carbono indican que tiene una antigüedad de 11.500 años, 9.000 más que Stonehenge. El georradar revela un inmenso y espectacular complejo, un lugar de veneración con una magnitud sin precedentes.