En Milán, gana el más sediento.
En unos pocos años se transformará en un pequeño líder delincuente de una pandilla concida. Sus tiendas son sucias, sanguinolentas y muy rentables. Se trata de hurto, tráfico de drogas, secuestro, lavado de dinero y asesinatos por contrato. El Santurrón desea riqueza y reconocimiento social. Él desea familia y pasión. Su esposa es sumisa, Su amante es muy elegante. ¿Va a decidir el Beato o bien se sostendrá desgarrado?