Se casaron. Se separaron. Y fueron felices.
Marcos y Ana (50) han estado casados por veinticinco años. Con la partida del único hijo a comenzar su carrera universitaria en el exterior, la pareja entra en una profunda crisis existencial. Sin disputa de por medio, casi como si se tratara de un nuevo proyecto en común, deciden separarse. Lo que sería, lisa y llanamente, una separación de común acuerdo. La vida de solteros, intensa y fascinante al principio, pronto les plantea nuevas preguntas e incertidumbres. Marcos y Ana, se interrogan a fondo sobre el amor, la naturaleza del deseo, la fidelidad, y toman una decisión que modificará sus vidas para siempre.