Montgomery Clift siempre se negó a entrar en el juego de los estudios. No firmó ni un contrato, abandonó "El crepúsculo de los dioses" antes de comenzar el rodaje y entre las películas que rechazó están "El puente sobre el río Kwai", "Al este del Edén" o "La ley del silencio". Dado que su talento era tan deslumbrante como su belleza, Hollywood aceptó sus condiciones. Montgomery Clift rompió convenciones dentro y fuera de la pantalla, pero innumerables biografías se limitaron a etiquetarlo como “trágicamente autodestructivo” o “atormentado”. Su sobrino Robert Clift vuelve con rigor sobre estas narraciones incorrectas. Con una magnífica selección de vídeos antiguos, entrevistas, y una colección de archivos inéditos de Monty y su hermano, Brooks Clift, desmonta esa psicología barata que redujo una vida y una carrera extraordinarias a un mero cliché freudiano. En las imágenes de Monty en su tiempo libre, su alegría y exuberancia iluminan la pantalla…