Yannick se traslada a un pueblo pequeño y tranquilo para estudiar cine. Un día, al caerse de la bicicleta, llama a la puerta de la residencia Beaulieu para limpiarse la sangre de las manos. Pero Jacques Beaulieu y su familia tienen otros planes para Yannick. Beaulieu es un psicópata y un fanático jugador de ajedrez que quiere librar al mundo del mal. Y aunque Ian no ha hecho nada malo, es golpeado, torturado y atormentado antes de que Beaulieu le haga una oferta: gana al ajedrez y será libre de irse. Y entonces Ian es ahora un peón en el juego de Beaulieu. Un juego en el que perderá la cabeza o perderá la vida.