dulce como la miel.
Otis es un niño de 12 años que descubre desde muy joven la fama de Hollywood. Su padre es un antiguo payaso de rodeo con diversos problemas, ahora sin trabajo, que decide convertirse en su guardián. Cuando Otis no está divirtiendo a un selecto público pasa el rato con él en hoteles de poca monta situados en las afueras de las ciudades a las que acude a grabar. La convivencia entre ambos es muy compleja: Otis se ve obligado a sufrir sus abusos mientras ambos intentar dar sentido a una relación que se reproduce en el tiempo a lo largo de más de una década.