Durante la estancia de Varda en San Francisco en octubre de 1967 para promocionar su última película, tuvo noticia a través de su amigo Tom Luddy, de que vivía por allí un familiar, un tío de ella, del que no había oído hablar antes: Jean Varda, apodado Yanco. Éste vivía en un barco en Sausalito, era pintor, había adoptado el estilo de vida hippie y amaba la vida. El encuentro fue un momento muy feliz.