Es el detective Mason Storm de Los Ángeles. Tres sicarios lo dejaron por muerto. Y ha esperado siete años para igualar el marcador.
Un policía descubre una trama de corrupción a alto nivel político, por lo que le intentan asesinar, quedando en coma durante varios años. Cuando el detective recupera la consciencia, decide vengarse de aquellos que atentaron contra su vida.