Si el calor no te mata, otra cosa lo hará
Tras un apocalipsis zombi, Molly se encuentra perdida en el desierto, con un rabioso muerto viviente pisándole los talones. Aunque al principio le resulta fácil darle esquinazo, la situación se complica cuando la chica se da cuenta de que, a diferencia de ella, su perseguidor no tiene la necesidad física de pararse a descansar.