Un viaje pavimentado en sangre
Una pequeña banda de monjes católicos mantiene una rutina solemne en una remota costa irlandesa. Entonces llega un extraño. Viene vestido con las ropas blancas de la orden cisterciense, con papeles y exigiendo lo impensable. Los irlandeses no tienen cabida para discutir. "Roma ha hablado", dice el cisterciense. "No hay debate". Viajando por un campo irlandés del siglo XIII lleno de clanes en guerra y conquistadores normandos, los monjes llevan la reliquia más sagrada de su tierra a Roma. La peregrinación ofrece al joven miembro del grupo una lección profunda, de fervor religioso y salvajismo de hombres que se ven a sí mismos como soldados con una causa, que centran su ambición en un objeto único y poderoso.