Algunas historias no se pueden volver a contar.
Como cada año, Xolani, obrero solitario, participa junto a otros hombres de su comunidad en un rito iniciático tradicional para jóvenes que están en los últimos años de la adolescencia: serán circuncidados y luego “preparados” para la vida de un hombre de verdad. Kwanda, procedente de una familia acomodada de Johannesburgo y tutelado por Xolani, recibe las burlas de sus compañeros por ser de ciudad y demasiado sensible. Cuando Kwanda descubre que Xolani está enamorado en secreto de otro de los cuidadores la vida de los tres cambiará radicalmente.